Ya en los últimos días de lo que queda de año, como ya voy a hacer todos los años el inventario de las metas conseguidas y de las que no.
Puedo sentirme dichosa porque ha habido muchos cambios en mi vida, sobretodo en el modo de pensar y de ver la vida, intentando volver a ser la de antes pero con las lecciones aprendidas.
Y, jamás pensé que iban a cambiar tantas cosas en tan poco tiempo. Puedo decir que como empecé el año 2012 a como va a terminar, han cambiado muchas cosas, cosas que daba por hechas e inamovibles y fueron borradas, cosas jamás pensadas que sucedieron, gente nueva que entró en mi vida y gente que salió, sentimientos que cambiaron, la tranquilidad que al fin llegó, venda en los ojos que por fin se cayó, nuevos sueños y expectativas que se crearon, objetivos que se consiguieron, conversaciones pendientes que se dieron y las que no fueron guardadas en el arcón del olvido, poder mirarme en el espejo sin ningún resquemor, dejar de tener miedo al que dirán, heridas que se cerraron y cicatrizaron, aceptando situaciones que la vida nos pone por delante y no tiene el fin deseado, dejando fluir que las cosas pasan cuando tienen que pasar y asimilando que hay cosas que no tienen porque pasar nunca..., volviendo a saltar las olas sabiendo que sé nadar mejor.
De los objetivos que me marqué, solamente me quedan tres pendientes, pero que ya están puestos en marcha para su consecución.
Por lo tanto, me puedo decir que el recuento de este año es bueno, pero voy a hacer todo lo que esté en mi mano para que el año que viene sea mejor.
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