Y si me preguntas porqué como despacio, es por que estoy viviendo el presente. Voy comiendo despacio y saboreando despacio, disfrutando de cada bocado.
Como despacio y voy reconociendo todos los sabores, aunque alguna vez haya alguno que no lo conozca o que mi memoria no alcance a recordarlo, pero después al identificarlo pasa a ser parte del baúl de mis recuerdos.
Es ese trozo de comida que meto en mi boca, saboreando y degustando con los sentidos, previamente la vista y el olfato para pasar al gusto. Dando el placer a la persona que ha cocinado de no engullir como un pavo tal menester que su tiempo ha llevado. Dos horas cocinando y en 5 minutos todo acabado.
Disfruto de cada bocado como sí ese fuera el último en comer. Y con el regocijo de saber que viene otro después. Quizás de lo mismo o de otros sabores: dulces, salado, amargo, insípido, soso, etc. Y después con el tiempo y la digestión ves si quieres repetir más veces del mismo plato o ya te has empachado y buscas otros más afines a tu día a día y solamente dejes ese tipo de comida para alguna ocasión especial. Porque voy buscando la sencillez de los platos, que no sean fritos ni precocinados,que sean caseros y hechos con tiempo y ternura.
Y a pesar la intolerancia que tengo a distintos alimentos, sé que cuando pase el tiempo y elimine mi cuerpo su toxicidad podré disfrutar nuevamente de ellos.
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