domingo, 26 de febrero de 2012

GENTE TÓXICA "VAMPIROS EMOCIONALES" - EXISTIR EXISTEN.



ARTÍCULO INTERESANTE.


Loa vampiros emocionales, existir existen. Ellos mismos no se reconocen, ya que es muy duro hacerlo. Significa darse cuenta de una serie de sentimientos propios que son los que provocan estos comportamientos “tóxicos”.
Lo que parece cierto es que existen conductas y comportamientos tóxicos, no tanto personas. Es decir, unas personas pueden comportarse así de manera sistemática o cambiar en un determinado momento. Incluso lo que algunos pueden considerar como comportamientos tóxicos para otros puede ser aceptable o puede parecerles normal. Es una percepción subjetiva.
Les llamaremos a esta clase de personas, las que tienen estos comportamientos, personas “tóxicas”.
Este tipo de personas se encuentra en cualquier lugar. Puede ser tu jefe, tu amigo, hermano, o incluso tu pareja. Reconoces a una persona tóxica, porque continuamente habla de temas negativos. En lugar de alagarte por algo, por ejemplo, encuentra el punto negro, o no acepta a la primera una opinión o sugerencia, son hirientes, agresivos, inflexibles y se exaltan fácilmente si se les contradice. Ellos tienen la razón siempre.
Este tipo de personas afectan de diferente manera a cada quien. Si después de estar con alguien sientes: que pierdes energía, cansado, malhumorado por haber estado con ella, ignorado porque sólo habla de sí misma, aliviado cuando se va, tensión en tus facciones cuando está presente, incluso dolor de cabeza o estómago... quiere decir que estás con una persona tóxica.
Estas personas, como todas, reflejan lo que traen en su interior: mucha negatividad, resentimiento, envidia, celos, crítica, frustración, baja autoestima, necesidad de ser reconocidos, aprobados y ser importantes. Y lo que consiguen es justamente lo opuesto con su actitud hiriente y ruda hacia los demás. La gente tiende a alejarse de ellos y ser cautelosos e incluso sentir miedo porque la relación se torna difícil. Suelen ser personas con problemas a la hora de establecer relaciones de amistad duraderas con los demás. Pero la culpa, por supuesto, siempre será de los demás.
También hay personas tóxicas que muestran pasividad y se hacen pasar por mosquitas muertas, son los llorones, los "pobre de mi". Necesitan de tu ayuda constantemente, los de la vela perpetua, los solitarios, critican incansablemente a los demás y tratan de generar constantemente una sensación de lástima y desvalidez para captar la atención de los demás. Estas personas son desgastantes, porque te chupan la energía, tu tiempo, tu motivación y entusiasmo, que a ellos les falta. Les llamamos "chupopteros emocionales". Ellos están vacíos y buscan llenar este hueco con tu amistad, relación, o compañía. Este tipo de personas te cansan, te aburren, limitan la conversación y tienes que darles ánimo constantemente (pierdes tu energía) porque ellos la despilfarran con sus pensamientos derrotistas que no llevan a ningún lado.
Los especialistas nos ofrecen algunos de los síntomas para reconocer a las personas con comportamientos tóxicos: el que destila un odio visceral y se regodea con la humillación del otro, el que avasalla al semejante, el que busca manipular con mentiras, el que agrede innecesariamente y desvaloriza al otro para sentirse bien él, el que daña con intención sin jamás proponer una reparación, el que incomoda con sus imposturas, el envidioso de todo lo ajeno y el que urde los problemas para acercar luego sus soluciones. Sus conductas se traducen en patologías, y la coexistencia con ellos resulta muy difícil, a veces, imposible.
También se pueden reconocer por algunos rasgos de su personalidad, Por ejemplo, las personas que generalmente usan monólogos para comunicarse con los demás ( y escuchan más bien poco) y son autorreferenciales en todo momento , es decir que permanentemente siempre se ponen como referencia en todo lo que pasa ("eso ha salido gracias a que yo"....., "ya lo dije...", "seguro que yo soy el elegido/a" y... un largo etc... ). También aquellos que nos aplastan, a los que acaban minusvalorando hasta la saciedad lo que hacen los otros/as. Como ya hemos dicho se dan en todos los campos de la vida: en la familia, en la política, en la empresa, entre los/as compañeros/as de trabajo, entre amigos/as.
A estas personas se las controla quitándoles su poder, evitando o escapando de ellas o no permitiéndoles acceso a nuestra intimidad. A continuación, algunas sugerencias más:
- Si se debe convivir con ellas, en la familia o en el trabajo, hay que abstraerse mentalmente de su presencia y acciones. Cuando surge un comentario o comportamiento "tóxico", simular que uno le presta atención cuando, en realidad, se esfuerza por desoírlo. También se puede cambiar de tema rápidamente...
- Al "tóxico" se lo neutraliza con amabilidad. Su afán por lastimar con comentarios o actos desagradables resulta estéril si él percibe que carece de efecto.
- Focalizarse en las cosas positivas que uno tiene en la vida cuando se está cerca de una persona "tóxica". Es un ardid efectivo para superar los malos momentos.
- La actitud positiva es siempre una elección. Prepárese mentalmente para estar bien y contrarrestar así las actitudes "tóxicas".
- Si una persona "tóxica" forma parte de su equipo de trabajo, establezca de antemano y claramente las reglas de convivencia.
- Si el "tóxico" no es alertado sobre su toxicidad, la extenderá en el ambiente. No deje pasar por alto esas actitudes, así que convérselo inmediatamente con él. No lo haga primero con los demás.
- Ejercite su propia autocrítica y revise con asiduidad qué tipo de actitudes y comportamientos tiene usted para con los demás. Usted también puede ser "tóxico" para otros. La regla es simple: no les haga a los demás lo que no desea que le hagan a usted.

sábado, 25 de febrero de 2012

¿SER BUENA O SER FELIZ?





¿Ser buena o ser feliz? no me lo había planteado antes, pero pueden llegar a ser incompatibles.


Hasta hace muy poco, con mi cabeza cuadriculada, creía firmemente que las cosas habían dos formas de hacerlas, o bien, o mal.


Mi antigua manera de pensar era: las que están bien son las que por educación te han inculcado, que son las que la sociedad te impone para ser una persona "correcta"; y, las que están mal, que son cuando te saltas las reglas.


Pero a estas alturas de la vida, y pensando en todo lo acontecido, cuantas veces he perdido momentos por haber sido "correcta", por ser buena y respetar las reglas que alguien inventó, alejándome así de buenos momentos en búsqueda de mi felicidad. Sacrificando a conciencia mi felicidad por el hecho de hacerlo "bien".


Pero, ahora sé que lo malo no es el seguir las reglas marcadas, lo malo es no hacer lo que uno quiere, sabiendo además, que no voy a hacer a nadie daño por lo que haga o por lo que deje de hacer. 


Siempre he sido muy juiciosa y muy prudente, se puede decir que en exceso, y ha sido mi "infinita prudencia" y el sopesar tanto las cosas las que me han limitado a mi misma. He sido yo y solamente yo la que me he puesto las vayas para el camino para no salirme del sendero marcado, pensando que si seguía las reglas, estas me garantizaban que me llevarían a la meta de la felicidad. Y a lo mejor es así, pero a que precio si no soy yo misma, si no hago las cosas como quiero.


Y es a raro en mí que haya seguido este comportamiento cuando siempre he sido una persona autodidacta (que buenas riñas me han caído), y aunque puede parecer contradictorio, pero no lo es. Nunca he tenido miedo a equivocarme, siempre he buscado la manera de aprender sin importarme la experiencia de los demás, ya que sabía que no tenía porque correr la misma suerte, pero a pesar de ello, siempre me ha importado la opinión de los demás, no por el hecho de seguir su ejemplo y sus consejos, sino por el miedo a defraudar, de no agradar a los demás.


Pero que equivocada he estado, y ahora lo veo todo tan claro. Mi meta es ser feliz, no el de seguir las líneas que me han impuesto. Y por el simple hecho de saber que es lo que quiero y lo que busco, hace que se quede en un segundo plano las reglas marcadas.


Por lo tanto, !fuera las ataduras de hacer y ser como los demás quieren! y ahora a practicar el ser yo, con independencia de si gusto o no a los demás. Qué importa todo si hago y soy como realmente quiero ser y como quiero hacer.


¡Viva la libertad y adios a las limitaciones!

jueves, 23 de febrero de 2012

20 PASOS HACIA DELANTE (JORGE BUCAY)


1. Trabaje en conocerse:
Si no se conoce, será imposible saber quién es, cómo actúa y hacerse responsable de ello. Conteste estas tres preguntas en orden: ¿quién soy?, ¿dónde voy? y ¿con quién? Y descúbrase a si mismo.

2. Decida su libertad. 
La libertad es la capacidad de elegir dentro de lo posible. Declararse libre es dar el paso hacia su autonomía y asumir el costo de sus decisiones, aunque sean equivocadas

3. Aprenda a aprender con humildad.
Nadie tiene el monopolio de la verdad. Anclado en su soberbia, nada puede serle explicado. El que no se baja del pedestal de creer que lo sabe todo, nada puede aprender de los demás.

4. Ábrase al amor. 
No hay realización personal si no se es capaz de sentirse amado y amar a alguien, intensa, comprometida y desinteresadamente. Es sentir verdadero interés por lo que le pasa a otros: su hijo, su madre, su pareja o vecino.

5. Deje fluir la risa. 
Ponga una cuota de buen humor en su vida. Quiere decir, levantarnos contentos cada mañana a pesar de enfrentarnos a malas noticias. No olvidarse de sonreir a pesar de sus propias limitaciones, que ahora conoce y reconoce.

6. Aumente la capacidad de escuchar.
Escuche con atención, y no solo oiga lo que le dice otra persona, sabiendo que se lo dice en ese momento específico y que se lo dice a usted.

7. Sea cordial siempre.
Muestre su sonrisa interna al exterior y compártala generosamente. Contagie alegría a quienes lo rodean y trate bien a todos.

8. Ordene lo interno y lo externo.
Para llegar a un destino sin perder el rumbo hace falta priorizar lo importante sobre lo accesorio, privilegiar las grandes cosas sobre las menudencias.

9. Transfórmese en un buen vendedor.
Vender, en este caso no significa `venderse´, sino hacer llegar al otro la mejor información de lo que soy y de lo bueno que hago.

10. Elija buenas compañías.
Respete lo que piensan los otros, pero acompáñese bien en la vida. Haga una lista de aquellos con quienes le gustaría estar. Elíjalos más con el corazón que con la cabeza.

11. Actualice lo que sabe.
Hay que estar al día en lo que alguna vez supimos o dominamos, que no es lo mismo que aprender cosas nuevas. Si no lo hace, queda en la situación del que nada supo y nada sabe.

12. Sea creativo.
Debe pensar en alguna manera de hacer de lo suyo algo distinto, algo novedoso y algo único. Y ése es el campo de la creatividad. Esto lo diferencia de los demás.

13. Aproveche el tiempo.
Anímese a vivir el día hoy sin reproches ni postergaciones. A vivir cada segundo que aparece, como un regalo en nuestra cuenta, cada día, en el banco del tiempo.

14. Evite adicciones y apegos.
Es el lastre de lo que no sirve, la carga de lo que no es imprescindible, la tara de lo que no compensa llevar si se compara el esfuerzo que supone con el beneficio que ofrece.

15. Corra solamente riesgos evaluados.
Descarte las conductas cuyas consecuencias posibles no alcance a justificar el riesgo que se ha corrido o cuyo máximo beneficio no compense el daño al cual se expone.

16. Aprenda a negociar lo imprescindible.
Negociar es solo para los negocios, litigios o conflictos. En política, solo si no se llega a un acuerdo, y en la guerra solo para acercar la paz. En el amor y la amistad es mejor llegar a acuerdos que negociar.

17. Iguale sin competir.
Para crecer no hay que vivir controlando lo que otros hacen o pueden hacer, ni ver un rival en todos los demás. Es mejor trabajar con disciplina y esmero para crecer sin minimizar a los demás ni medirnos contra ellos.

18. No tema al fracaso.
Es difícil llegar al crecimiento interno sin la experiencia cotidiana de vivir y equivocarse. Solo se puede aprender desde el error. Equivocarse será una parte importante y deseable del progreso.

19. Vuelva a empezar.
Comenzar `de nuevo´y no `otra vez´, rescatando de nuestro recorrido anterior el registro de lo aprendido al equivocarnos, para intentar encontrar los nuevos errores de este nuevo trayecto.

20. No dude del resultado final.
Después de andar y desandar queda solo un paso: aprender a confiar en el resultado final y confiar en nuestras habilidades, dones y posibilidades.

miércoles, 15 de febrero de 2012

LAS ALAS SON PARA VOLAR (JORGE BUCAY)


Cuántas veces nos hemos quedado parados ante al intento de hacer algo nuevo, de intentar algo que en realidad estamos deseando pero, nos hemos quedado quietos pensando......¿qué pasará?, ¿y si me equivoco?, me conformo como estoy, lo que tengo es lo que merezco, ... ¿no sería mejor intentarlo y ver qué pasa?


Había un pajarillo que cuando se hizo grande, su padre le dijo:


"Hijo mío, no todos nacen con alas, no es que tengas obligación a volar, pero seria muy penoso que te limitaras tan solo a caminar, teniendo esas alas que el buen Dios te ha dado..."


"Pero yo no sé volar", contestó el hijo.


"Es verdad" contestó el padre, y lo llevó hasta el mismo borde de la montaña.


"Ves, este es el vacío. Cuando desees volar, párate aquí, tomas aire y vas a saltar al abismo extendiendo tus alas".


"¿y si me caigo?", contestó el pajarillo.


"Aunque te caigas, nada te pasará, sólo algunos magullones pero te harán más fuerte para cuando lo vuelvas a intentar".


Volvió a su pueblo y se lo comentó a todos sus amigos.


"¿Estás loco?" le dijeron... "¿quien necesita volar?". Sus mejores amigos pensaban lo contrario.


"¿Y si fuera cierto?". Decidió intentarlo y se subió a la copa de un árbol y saltó.....Se hizo un gran chichón en la frente y por el camino se encontró con su padre.

"!Me mentiste!", "No puedo volar", "¡mira qué golpe me he dado!".

"Hijo mío" dijo el padre "para volar, hay que crear el espacio de aire libre necesario para que las alas se desplieguen, es lo mismo que como tirarse en paracaídas. Necesitas altura para saltar.Para volar, hay que empezar corriendo riesgos....Si no quieres, quizás lo mejor será resignarse y seguir caminando para siempre".

QUE MÁS PUEDO PEDIR, ... SOLO PACIENCIA




QUE MÁS PUEDO PEDIR,... SOLO PACIENCIA,

Ahora que ya he puesto mi vida en orden,
ahora que me quiero mucho tal como soy,
ahora que por fin me he encontrado de nuevo,
ahora que me da igual lo que los demás puedan pensar de mí,
ahora que sé reirme de mi misma,
ahora que tengo mis metas claras en la vida,
ahora que me siento plena de felicidad, 
ahora que valoro por encima de todo a mi familia, los amigos de verdad, 
ahora que se dar la importancia a las cosas la que realmente tienen,
ahora que valoro con medida al amor,
ahora que sé que la única persona que me puede hacer daño soy yo,
ahora que tengo ganas de cantar, bailar, reír, gritar al viento, amar, ...
ahora que adoro la espontaneidad,
ahora que sé que quiero pararme en todas las escalas donde vaya mi barco antes de llegar a Itaca,
ahora que...
Ahora sé tantas cosas que antes no sabía.
Ya no me importa que nadie me comprenda, me tengo a mí que es mi tesoro más valioso,
y mi otra fortuna que son aquellas personas que me quieren de verdad.


(Porque me siento como el ave Fenix, renacida con más fuerza entre mis cenizas)

domingo, 5 de febrero de 2012

MI COMPAÑERO IDEAL


Después de mucho tiempo y de la experiencia, pensando en lo que quiero y lo que necesito, en lo que tengo y en lo que carezco, en lo que busco,... ahora sé que...


1. Necesito que mi compañero esté creciendo o haya crecido, y no me refiero a la altura. Crecer no es sólo una cuestión de actuar como un adulto, sino para crecer de verdad significa reconocer y resolver los traumas de infancia, todas aquéllas taras que nos quedan, que nos han marcado anteriormente en la vida. Que sea capaz de reflexionar sobre su pasado y tener la madurez que viene de ser emocionalmente libre de su familia de origen, de sus taras del pasado, haber roto los lazos de las viejas identidades y los patrones, para tener libertad de hacer o deshacer según su propio criterio, según su personalidad. Que haya evolucionado como persona. No quiero ser alguien para completar su imperfección. Por lo que necesito a alguien que de cierta manera esté buscando a otro adulto con características similares a la mías, con la que pueda compartir la vida de una manera compatible.

2. Que sea una persona abierta y no esté a la defensiva. Que sea una persona accesible y receptiva, sin que sea demasiado sensible. Las discusiones y desacuerdos sean razonables y productivos, y sean constructivos como pareja y como personas, para reforzar, para conocernos mejor. Que le guste expresar sus sentimientos, sus pensamientos, sus sueños y sus deseos. Que esté interesado en mis cosas al igual que yo en las suyas. 

3. La honestidad y la reciprocidad. La confianza entre las personas es fundamental es la base de cualquier tipo de relación. Por lo que es necesaria la comunicación, ya que cada día tengo más claro, que la gente solamente se entiende hablando. 

4. Respetar y ser respetada. El respeto, la comprensión y la sensibilidad es otro de los cimientos básicos. No siendo una persona controladora, no teniendo un comportamiento amenazador o manipulador.

5. Nos complementamos a nivel intelectual y a nivel emocional. Conocemos nuestras similitudes y también nuestras diferencias. Ha de existir empatía, para poder ser capaces de comunicarse con sentimiento y con el respeto. Y sentirse cada uno comprendido y validado.

6. Que sea físicamente cariñoso y sensible sexualmente. Ha de ser sensible a nivel: físico, emocional y verbal. Que sea una persona cálida y tierna. Y ser desinihibido para libremente dar y aceptar afecto y el placer durante el acto sexual. Por lo que ha de ser generoso al igual que yo también lo soy.

7. Buen sentido del humor. El saber reirse de uno mismo. El relajar los momentos más tensos. El querer hacer más fácil la vida del otro. 


Es suficientemente maduro para reconocer que tiene que pedir disculpas y reparar el daño, y lo hace de forma proactiva y realmente sincera intentando cambiar o poner freno a la conducta negativa. Y no es vengativo, ni rencoroso.


Realmente quiere entender más y más, y lo hace, poco a poco, todos los días. Y parte de ello se refleja en la manera de expresar su amor. Porque la mayoría de la gente ama a su pareja no tanto como su pareja quiere ser amada, sino como ellos quieren ser amados por su pareja. Pero cuando realmente amamos a nuestra pareja, lo hacemos de una manera que sea significativa y saludable para la otra persona y no la nuestra.