Y es ahí cuando tienes que hacer acopio de todas las lecciones aprendidas y ponerlas en práctica. Te entran los miedos, las dudas, te suda la frente, tienes dolor de estómago, ... pero has de decidir, o esconderte (el cual solo tiene fin el arrepentimiento eterno de no haberlo intentado) o ser valiente, apretar los dientes y comprobar que es lo que pasa.
Nadie ni nada puede asegurarnos el resultado pero sí el orgullo de pensar no me quedé con la duda.
Y a veces, no pasa todo lo contrario, y perdemos la perspectiva. Lo intentamos cien y mil veces, y no nos damos por aludidos de que no puede ser. Y creemos que la mil una será nuestra ocasión. Y no ha sido por no haberlo intentado sino que cuando es que no, es que no, y la vida con el tiempo te justifica el porque de ese no.
Pero también creo que es muy importante la intuición, y he de reconocer que yo la tengo muy fina, muchas veces parece que leo la mente de las personas y acaba sucediendo lo que pensaba. Pero he aprendido hace poco a confiar en ella, siempre he dejado paso a mi parte racional.
y por lo que a mí respecta, dejaré paso a mi intuición en la toma de decisiones e intentaré ver las señales, dejaré paso a mi sentido emocional sobre mi sentido racional. Y a ver que pasa ahora.
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