CONFUSION

Me prometí ya hace tiempo que no dejaría de escribir en el blog, pero después de este paréntesis ya he vuelto. Yo escribo para mí, y si a alguien le puede venir bien, pues mejor. Pero la exigencia de este blog es solamente el desahogo, el plasmar con letras mis sentimientos y emociones, e intentar llegar a un estado de equilibrio.

Hace poco tuve que recordar cual era el motivo por el que me encontraba en el punto en el que estoy, emocionalmente hablando. ¿Cuales fueron las causas de mi evolución o des-evolución personal? Y la verdad, es que me sorprendió un poco o mejor dicho bastante, el hecho de pensar que había cogido un hábito, una actitud ya predeterminada con el fin de limitar el dolor, sabía que la tenía, pero no sabía que iba tan lejos.

El hecho que mi respuesta más que racional, era una actitud impuesta, como diríamos por aquí, "por cojones". A pesar de las de miles de vueltas que le doy a las cosas, o quizás por eso, me auto-impuse una serie de reglas, bastante cuadriculadas. Y yo mujer de leyes, pues a cumplirlas a raja tabla. Di que no, que no soy cabezota!!! no ni ná.

¿Qué hechos son los que me han llevado hasta aquí? pues no ha sino uno solo, sino que han sido un cúmulo de circunstancias que se han juntado y que yo dejé que me arrollaran, como si me pasara un tren por encima. Cierto es que pasaron todos casi a la vez, sin dar respiro. Y que casi todos estos problemas ya no lo son, busqué solución y los puse a cada uno en su sitio. Lo único que ha permanecido es como secuela el daño. ¿Y quiero seguir así? no, creo que no.

Pero el hecho de sufrir simplemente la palabra me da escalofrío. Sé que el sufrimiento, obviamente no lo quiere nadie; y estoy empezando a ver que sin sufrimiento no se tiene vida ya que es parte de ella. He de reconocer que he pasado durante mucho tiempo sin mojarme en ningún charco, sin saber si era profundo o no, con tal de no mojarme, simplemente buscaba otras soluciones. Y todo ello ha venido porque le tengo tanto miedo a perder la paz conseguida, que con tal de no volver al infierno que tanto me costó salir, doy hasta un brazo si hiciera falta. Miedo sobretodo a sentir cualquier tipo de traición, cualquier tipo de abandono de un amigo, de una amiga, de un familiar, de una pareja... sentirme como si no fuera nadie, habiendo dado todo a cambio de nada. Quizás ese fue parte del problema, haber dado tanto, que no se valoró, siempre estaba ahí, para lo bueno y para lo malo, al 110%, mucho más de lo que se me pedía y me fui al extremo contrario.

Y sé que hay muchas personas que han sufrido cosas mucho peores que yo y qué han resurgido de sus cenizas como aves Fénix, y están ahí tan felices, con sus vidas completas.

¿Qué me pasó? ¿porque me bloqueé? ¿quién me limitó? no es que haya sido nunca una transgresora pero tampoco fui cobarde; no es que fuera rebelde pero tampoco fui sumisa; no es que fuera una irresponsable pero tampoco una ñoña. Era normal. ¿Cómo me he hecho tanto daño? porque el daño final me lo he hecho yo. ¿Mereció la pena? creo que fue inevitable en ese momento o por lo menos no lo quise evitar. En cuanto merecer la pena, no, no lo valió. Fue una eterna agonía, una muerta en vida, que me dejó como una zombi durante un tiempo hasta que dejó de doler y aprendí a vivir con el dolor.

Es inevitable que cuando te hacen daño te defiendas y te protejas, tal como hice yo, solo que no solo construí unas buenas murallas de defensas sino que además tengo todo tipo de bombas, ballestas, calderas con aceite hirviendo, etc. Pero va siendo hora de desmantelar el castillo, ya no hay guerra, ya no hay ataques, ya no hay peligros. 

No quiero justificar ni que me justifiquen mi actitud, pero si consigo que alguien me entienda, ya para mí es bastante.